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Calendarizar los eventos sanitarios redundará en más beneficios

24 de febrero de 2017 - 10:20

Establecer un cronograma de trabajo desde las veterinarias y comunicarlo efectivamente a los clientes servirá para avanzar en mejores cuidados sanitarios y mayores resultados económicos.

Gráfico N° 1 Una de las principales ventajas que tienen los profesionales veterinarios en su rol de asesores, pero también comercializadores de productos y servicios, está ligada al ciclo de vida y las necesidades de las distintas especies animales.
Es claro que esta máxima corre para aquellos dedicados al cuidado sanitario de perros y gatos, por ejemplo, pero en este caso nos focalizaremos sobre los comercios orientados a la producción animal en general y a la sanidad de los bovinos (carne y leche) en particular.
El ciclo de la producción ganadera podrá tener falencias y virtudes, pero sin dudas que ostenta una característica a la cual desde las veterinarias se les debería prestar más atención: es regular; se repite año tras año.
La cría, el engorde, los destetes, los servicios, las inseminaciones y otras actividades relacionadas a la producción animal se suceden todo el tiempo.
A su vez, todos estos eventos ocurren (casi) siempre para la misma época del año y si se pretenden lograr los mejores desempeños en cada uno de ellos, se requiere de (casi) siempre la misma metodología de trabajo y adopción tecnológica.
Sin embargo, tanto veterinarios, como productores, suelen llegar tarde a las tareas que debían realizar para atentender debidamente las necesidades de sus clientes.
Podemos, sin dudas, encontrar diversos motivos de por qué esto ocurre; pero en las próximas líneas nos centraremos en uno solo de ellos: no existe una calendarización estándar de eventos sanitarios y productivos que sea eficientemente comunicada a los productores ganaderos con el objetivo primario de ser cumplida.
La redacción y conformación de un plan sanitario, categoría por categoría, es hoy subestimada, al punto que no se comparte formalmente desde las veterinarias a sus clientes. Eso es lo que se debe cambiar si lo que se buscan son nuevos y mejores resultados.

¿Qué se pierde?

Básicamente, se pierde la posibilidad de que los productores estén verdaderamente atentos a las acciones que deben realizar para que sus actividades sean productivas y rentables. Quizás en lo rutinario del tema se encuentre el problema. “Ya lo saben”. “No lo hacen porque no quieren”. “Se los he dicho cientos de veces y no me hacen caso”.
“Probablemente cuando la situación mejore lo van a poner en práctica”.

¿Les suenan esas frases?

Sin dudas que son las más escuchadas y quizás, con justa razón, hayan calado profundo en el ánimo de los asesores veterinarios que tantas veces han intentado concientizar a sus clientes sobre la importancia de la sanidad sobre la renta en la producción animal.
Pero no todo está perdido y quizás sea por eso que proponemos a continuación un pequeño y sencillo “Paso a Paso” del cual nuestros lectores puedan tomarse para implementar como metodología de cara al futuro.
Calendarizar todos los eventos sanitarios: En el Gráfico Nº 1 podrán apreciar solo un ejemplo de cómo trazar una línea de tiempo general, en la cual poder establecer las distintas acciones e intervenciones claves en la producción.
Esto mismo puede realizarse categoría (animal) por categoría, a fin de ¿por qué no? establecer cartelería específica en su propia veterinaria, con foco sobre el “Tema del momento”.
Estimular: De nada sirve hacer algo, si nadie se entera de ello.
Por eso, los invitamos a volver a generar planes sanitarios (esta misma línea de tiempo), a fin de enviárselas a todos y cada uno de sus clientes por correo electrónico; junto con las facturas por honorarios y servicios; a través de las redes sociales e inclusive también por WhatsApp o alguna otra aplicación que los productores manejan en sus celulares.
Justificar: Aquí está el mayor desafío: en ponerle números al tema.
En primer lugar, será clave que los planes sanitarios que se propongan desde la veterinaria ya estén valorizados (en Pesos o en kilos de terneros) para que el cliente sepa cuál es la inversión a realizar etapa por etapa. Pero luego, será el veterinario quien deba demostrar numérica y económicamente a su cliente el impacto que generaría sobre su actividad no cumplir con el calendario propuesto.
Menos palabras y más números.
Recordar: Armamos la propuesta, la enviamos, la justificamos ¿y listo?
No, en absoluto.
Una de las principales tareas pendientes desde las veterinarias tiene que ver con insistir en la importancia de lo que se propone, en primer lugar no dejando olvidados los temas, sino recordándolo a sus clientes. Hay diversos mecanismos para hacerlo y no tiene por qué ser el dueño de la veterinaria quien lo haga (aunque sin dudas sería quien mayores resultados obtendría).
Controlar: La última etapa tiene que ver con darle seguimiento a las acciones. Dejar atrás la sola recomendación, volver al campo y ocuparse de lo que hay que hacer efectivamente se haga en el modo adecuado ya que si no, todos sabremos a quién hará responsable el cliente. ¿O no?

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