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EDITORIAL

¿A quién le hablamos cuando hablamos de sanidad?

¿Quiénes son los seguidores de las empresas del rubro en las redes sociales? ¿Son profesionales? ¿No lo son? Saberlo será clave para establecer no solo los mensajes, sino también los tonos y objetivos.
Motivar | Luciano Aba
Por Luciano Aba 11 de junio de 2022 - 15:00
@fortin_oeste En la manga, trabajando a diario.@fortin_oesteEn la manga, trabajando a diario.

Con el paso del tiempo, se han ido modificando las estrategias de comunicación de los laboratorios veterinarios. Volcadas hace un tiempo a difundir y buscar diferenciarse de sus competencias sobre la base de la calidad de los productos que elaboran o comercializan, hoy el desafío pareciera no estar tan ligado al mensaje que se transmite sino principalmente a su destinatario.
¿Cómo es esto? Claro, nos referimos a un concepto de comunicación mucho más “marketinero” que tiempo atrás, mucho más focalizado en la generación de demanda que en el contenido en sí mismo. Pero ¿se puede hacer una separación tan clara entre estas dos variables? A veces sí y a veces no, como en muchas cosas de nuestras vidas.

@dolortvet En los medios de comunicación.@dolortvetEn los medios de comunicación.

Quizás un buen ejemplo para graficar este punto sea lo ocurrido en las últimas décadas con la comunicación de las empresas de nutrición animal, específicamente enfocadas al segmento de perros y gatos, las cuales orientan cada vez más sus discursos al público en general, que al canal profesional veterinario. Y no se trata solo de cantidad de contenido, sino básicamente de los recursos que a la difusión de los mismos se le destina.
¿A quién le hablan las empresas de salud animal? ¿A los dueños de los animales?, ¿a los veterinarios?, ¿a algún otro intermediario que pueda amplificar lo que se dice?
Estas preguntas no son menores.
Como tantas otras veces hemos manifestado desde MOTIVAR, el hecho de definir correctamente los mensajes a transmitir es casi tan importante como el hecho de tener bien claro a quién estoy dirigiendo los esfuerzos.
No se trata de si es correcto o no.
Se trata de analizar la tendencia.
¿Es el contenido publicitario realmente contenido de valor? ¿Cuál es su objetivo?
¿Informar? ¿Vender? ¿O ambos?

Mi reino por una conversión

Una de las grandes paradojas con la que convive el sector de laboratorios veterinarios en Argentina, la región y el mundo, tiene que ver con que, si bien hoy la inversión a realizar para generar mensajes masivos es supuestamente menor gracias al impulso que tomaron las redes sociales y los medios digitales por sobre los tradicionales, la dificultad radica en la posibilidad concreta de poder medir de qué manera ese desembolso económico se “convierte” en algo.
¿En algo como qué? Un click por ejemplo… una visualización y hasta, por qué no, una venta. ¿Le hablo a los veterinarios para que compren mi producto y luego busquen la forma de venderlo?
¿Se los vendo y, a la vez, genero demanda desde la comunicación para que se los pidan y compren?
¿Me alcanza para hacer el combo?
Este es el punto. Este es el dilema.
Ni ético, ni moral, hablamos de un desafío que tiene que ver con enfoques, estrategias y visiones.
Mientras que hoy suena tentador generar demanda en el consumidor final porque luego el canal comercial “se ocupará” de abastecer los puntos de venta, muchas veces vemos empresas que quedan a mitad de camino.
De hecho, una de las grandes dicotomías de este tema se vincula estrechamente con las cuentas de las empresas en las redes sociales. ¿Quiénes son los seguidores de las empresas?
¿Son profesionales? ¿No lo son?
Saberlo será clave para establecer no solo los mensajes, sino también los tonos y objetivos.
¿Están estos interrogantes resueltos?

Y lo mismo con los veterinarios

@fatrovonfranken En capacitaciones para veterinarios.

Las y los veterinarios tienen vocación por comunicar. Puede que no siempre de manera organizada y planificada, pero la vocación es total y permanente.
En la clínica, en la manga, en el campo, en las escuelas, las radios y la televisión. En YouTube, Instagram y hasta por medio de grupos de WhatsApp. Pero siempre con el mismo desafío: ajustar el mensaje al destinatario final.
No es lo mismo buscar concientizar a una familia sobre la importancia de vacunar a una mascota, que compartir información técnica entre colegas para debatir cuestiones profesionales.
El tono y el léxico no son los mismos para cada caso… o al menos no deberían.
Hablarle a un productor, no es lo mismo que hablarle al encargado de un campo o al personal que se dedica a las tareas habituales en los establecimientos ganaderos, por citar solo un ejemplo.
¿Se trata solo de quitarle palabras “técnicas” al discurso? No, va mucho más allá.
Se trata de definir objetivos concretos.
Capacitar, vender, generar demanda, imponer mensajes, abrir debates… todo esto se puede hacer con la fuerza de la palabra.
Y se hace, ¿pero con qué objetivo?

@intamercedes En el campo, donde las cosas pasan.@intamercedesEn el campo, donde las cosas pasan.

En MOTIVAR tenemos claro a quienes le hablamos: por un lado, a la industria de laboratorios, a los distribuidores y a todo el conjunto de profesiones, empresas y organismos que los rodea.
Y, por el otro, a los veterinarios para que se informen, actualicen y encuentren un camino que les permita bajar todo ese contenido a sus clientes, sean estos tutores de perros y gatos, productores de cerdos, de aves o de bovinos.
No es lo mismo el tambero que el veterinario especializado en reproducción.
El mensaje puede ser parecido, pero de ninguna manera el mismo.
Lo sabemos y por eso en el año de nuestro 20° aniversario, no solo avanzaremos en este sentido, sino que seguiremos focalizando la segmentación.
Del nicho, al nicho del nicho; con contenidos de valor, con información actualizada y el firme objetivo de que es el canal profesional al que tenemos que apuntar todos nuestros cañones.

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