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SUSCRIBITE Las 200 empresas que integran la Cámara Argentina de Feedlot tienen una capacidad instantánea de un millón de cabezas y explican cerca del 20% de la terminación en materia de faena bovina a nivel nacional. Su flamante presidente, el Ing. Fernando Storni, sostiene que la CAF sigue siendo el referente de la actividad y una entidad referente en la toma de decisiones.
En diálogo con MOTIVAR, Storni, que ocupará el cargo por dos años, comparte los desafíos de su nuevo rol: “El esfuerzo está puesto en consolidar la gestión con una mirada de largo plazo”, adelanta.
Fernando Storni: Cuando la cámara cumplió 20 años en 2017, empezó un nuevo proceso donde se proyectó un plan estratégico para avanzar en la profesionalización del staff y su estructura. Se lograron potenciar dos grandes áreas, una orientada al socio y otra a fortalecer el vínculo con el sector público y otras instituciones.
Nos toca una renovación y más allá del recambio generacional donde crece el número de directores jóvenes que están cada vez más involucrados en las tareas de la Cámara, a la hora de elegir una alternativa, se pensó en mi figura como presidente.
Estoy agradecido de tener este desafío para los próximos dos años.
Comencé en el departamento de Calidad y Ambiente hace 15 años y estoy comprometido con la actividad desde siempre.
Nuestro rol consiste no solo en estar pensando en la coyuntura sino también contemplar una mirada de largo plazo, evaluando los grandes desafíos de la actividad.
A su vez y como actores del mercado, nuestra representatividad se extiende no solo ante el sector público sino también representa un desafío sostener una relación aceitada con los distintos espacios institucionales, como el IPCVA, la Mesa de las Carnes Sustentables, Maizar, las Bolsas de Cereales, etc.
Creemos que así podremos ofrecer un plus con estadísticas y análisis, algo que puede brindar un agregado de valor no solo para los socios sino también para poder compartirlo con funcionarios a la hora de tratar ciertos temas o problemáticas.
Esa es la foto, y si bien la situación cambió con respecto a lo que ocurría un año atrás, para adelante tenemos cautela. La mejora en la renta tiene que ver con el repunte que tuvo en el último mes el ganado con destino a faena y cierta estabilización en los precios de la invernada como consecuencia de que estamos en plena zafra de terneros. Sin embargo, para que el “gordo” equipare a la inflación debería subir más de $20 mensuales, cosa que no ocurre, mientras que el incremento de costos continúa, como los combustibles en mayo. Es por eso que cuando observamos un salto en el precio de la hacienda es en gran medida recuperación después de meses de amesetamiento.
La mayoría de las empresas se encuentran en proceso de “llenado”, aunque con diferentes posicionamientos de acuerdo al tamaño del feedlot. Los que tienen capacidad para menos de 2.000 cabezas tienen solo 37% de ocupación, mientras que los que pueden encerrar al mismo tiempo hasta 5.000 tienen el 60% de los corrales ocupados y los más grandes llegan al 70%.
Tenemos una situación de posicionamiento de las proteínas animales con una demanda sostenida, pero en el marco de cuestiones del mercado y exigencias de la sociedad crecientes que, quizás, en nuestro país pueden estar condicionadas por la situación económica. Sin embargo, esas demandas tienen que ver con la trazabilidad, sostenibilidad y el bienestar animal. El sector de engorde a corral no es ajeno a esto.