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Los “recién salidos” y “los recién llegados” (I)

Por Fernando Grippaldi 1 de noviembre de 2022 - 00:49

Se termina un año calendario. Pero el productivo sigue, como si no tuviera fin. Sabemos que, en los feedlots, entra hacienda todo el año, hay una época donde los ingresos son mayores, variando los meses de la zafra -según zona- que van normalmente, de febrero a marzo-abril.
En esta nueva ronda de mates, les propongo anticipadamente, qué, cuándo, cómo y por qué debemos estar preparados para la llegada de los “nuevos” a nuestro planteo de engorde, sea éste a campo, a corral o mixto.
Pero primero, pongamos sobre la mesa un tema que no deja de ser clave: por el volumen de dinero que significa y porque de este tema, bien tratado, dependerá la performance del ternero recién llegado al engorde.
Hace mucho escuché que cargar una jaula de invernada, desde el criador, era como entregarle un cheque en blanco al camionero, sin tener en cuenta de cómo iban a cargarlos, transportarlos y descargarlos.
Cada paso tiene lo suyo. Debemos maximizar los cuidados para que los animales partan, viajen y lleguen como se debe: vivos, sanos, sin golpearse y con el menor estrés posible. ¡Ah! Y sin caerse, porque cuando se cae uno… se caen otros.
Al hablar hoy de una jaula simple 72 terneros de 170 kilos, a un valor de $380/kilo, estamos hablando de $4.651.200 (sin contemplar gastos de comercialización, impuestos y flete). Por ende, tanto el que los envía, los consigna/intermedia y el que los transporta, cobran por el ternero y por el servicio, como el que los recibe que paga, deberán ponerse las pilas en varios puntos para que para todos tengan un buen final.
También si la operación comercial fue hecha a través de una consignataria, intermediario, “datero”, éstos tienen responsabilidad al momento de la carga, pesada, estado, etc., para discernir si van todos o alguno debería quedarse porque su estado pone en riesgo su llegada y la del resto. Tener la consideración del estado en general de la tropa, hora de carga, trato en la carga. Es uno de los responsables de que todo salga bien.
Lo ideal es que, si siempre o casi siempre le compramos al mismo, podamos ponernos de acuerdo, para que por lo menos 7-10 días antes de la carga, los vacune con la primera dosis contra enfermedades clostridiales y respiratorias, asegurando que el “nuevo” llegue previamente inmunizado al planteo de invernada.
Sean todos bienvenidos
Ahora, hablemos de los recién llegados al feedlot. Debemos considerar muy bien la recepción, ya que los animales pueden haber tenido días previos de espera en la feria, un viaje largo (asfalto y tierra), temperaturas muy altas o muy bajas.
También considerar qué medidas vamos a tomar para recibir de la mejor manera a estos animales.
Con el estrés conviviremos siempre, debemos tratar de que sea el mínimo posible.

Estrategia de recepción

Es normal ver animales que llegan de tropas heterogéneas y que muchas veces, son tratados de la misma manera. ¡Esto es un error! Habría que diferenciar estas tropas y darles un tratamiento diferente, tanto a nivel nutricional, como sanitario.
Categoría 1 (alto riesgo):
Animales de alto riesgo sanitario, sin historia o historia dudosa de su pasado.
Tropa que tuvo un viaje de muchos kilómetros, sea tierra y/o asfalto.
Tropa en mala condición, desparejos, con historial sanitario comprometido.
Animales con un buen estado sanitario pero que llegan en un período climático desfavorable.
Categoría 2: (riesgo medio)
Animales con pocos kilómetros de flete y de una zona “sana”.
Animales de lotes con buena apariencia y condición.
Pocos días de encierre, previos a la carga.
Categoría 3: (riesgo mínimo)
Animales de origen y sanidad conocido, en buena condición.
Flete corto o largo, pero bien hecho.
Animales vacunados, al menos 1º Dosis, previa a la carga.
Bien tratados (Bienestar animal).
El problema es que el ternero recién llegado al feedlot acarrea un estrés que debilita y/o deprime su sistema inmunológico.
Sumado a una nueva alimentación y ambiente, el riesgo del ternero de contraer enfermedades es alto. Si el animal enferma, el consumo de alimento (efecto cascada) se deprime aún más, llevando a que su mejoría o curación sea incompleta o nulo.
El manejo del estrés tiene dos componentes: 1) Manejo de la causa. 2) Manejo del efecto. En la mayoría de los casos, no podemos controlar la causa, por lo que tenemos que manejar el efecto.

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