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Ruidos de Semana Santa

Veterinaria: ¿La casa está en órden?

El Decreto que habilitó a las farmacias a recibir recetas de veterinarios generó resquemores puertas adentro del sector. ¿Por qué lo ven como una amenaza?
Motivar | Luciano Aba
Por Luciano Aba 1 de mayo de 2023 - 00:29
No son pocos en la industria veterinaria los que encienden las alarmas por un potencial avance de las droguerías de humana en el sector.

El año 2023 se inició con una serie de novedades vinculadas a la profesión veterinaria que trascendieron el impacto sectorial.
Desde ser declarada “actividad de interés sanitario” por la propia ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti y pasando por la mediática cobertura en cuanto a la venta de productos oncológicos de humanos en animales de compañía, las noticias continuaron hasta horas antes que iniciara la pasada Semana Santa.
¿Qué pasó? El miércoles 4 de abril comenzaron a circularse las invitaciones a las autoridades de las entidades que representan a los veterinarios para que asistieran el día siguiente al domingo de Pascua a una reunión con el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, en la Quinta de Olivos, para formalizar un decreto ya firmado, por iniciativa del Ministerio de Salud.
MOTIVAR estuvo presente en el lugar, y si bien no pudimos ingresar al recinto donde la reunión se llevó adelante, dialogamos con los invitados.
El evento contó con la presencia del vicepresidente del Senasa, Rodolfo Acerbi, y el coordinador nacional del Programa Protenencia, Juan Enrique Romero. A ellos se sumaron el titular de la FeVA, Federico Berger, y el gerente de la entidad, Héctor Otermin; el presidente y el vicepresidente de FECOVET, Ariel Dibb y Osvaldo Castañares; la presidenta del Consejo Profesional de Médicos Veterinarios (CABA), Analía Tortosa; el presidente del Colegio de Veterinarios de Buenos Aires, Osvaldo Rinaldi; el presidente y el vicepresidente del CONADEV, Alejo Pérez Carreras y Marcelo Pecoraro; el presidente de la SOMEVE, Leonardo Sepiurka; la presidenta de la Sociedad Argentina de Oncología Veterinaria, Laura Denzoin, y el vicepresidente del Colegio de Farmacéuticos y Bioquímicos (CABA), Claudio Marcelo Ucchino.

El debate sobre los alcances del Decreto presidencial se abrieron luego de las primeras repercusiones en los grandes medios nacionales de comunicación.

En un ambiente relajado e informal, del cual también participó la Secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, los representantes de la profesión destacaron el hecho de haber sido recibidos por primera vez en la historia por un Presidente y aprovecharon para remarcar que su verdadero objetivo es lograr el reconocimiento de los profesionales veterinarios como agentes primarios de salud.
“En mi consideración, un médico veterinario está al mismo nivel que un médico de humanos”, habría sostenido el mandatario respecto de este tema, según fuentes consultadas por MOTIVAR.

¿Qué dice el decreto?

En su Artículo 1, resuelve que se sustituya el inciso c) del artículo 25 de la Reglamentación de la Ley N° 17.565 (que regula el ejercicio de la actividad farmacéutica), el cual queda estipulado: “Vigilar que en la farmacia bajo su dirección sólo se acepten las recetas extendidas por las personas autorizadas por la Ley Nº 17.132 a efectuarlas, así como, por todo médico veterinario matriculado ante la autoridad jurisdiccional competente según lo establezca la normativa vigente”.
Asimismo, en su Artículo 2, la normativa sostiene que “La Autoridad de Aplicación de la Ley N° 17.565 y sus modificatorias podrá dictar las normas complementarias y aclaratorias que resulten necesarias, en el ámbito de su competencia, con el fin de cumplimentar lo dispuesto en el presente”. Este último no es un aspecto menor, considerando los debates generados días más tarde.

¿Qué publicaron los medios?

Si bien la modificación en cuestión no hace más que legalizar una situación que ya sucedía en las grandes ciudades de nuestro país, principalmente en CABA y GBA, el impacto que generó la noticia luego de su comunicación en los medios de comunicación masiva fue muy relevante.
“Las farmacias podrán vender remedios para mascotas recetados por veterinarios”, publicaba La Nación en su Web.
“Un ibuprofeno y dos curabicheras, por favor”, ejemplificaba en potencial también el portal Bichos de Campo, avanzando de alguna manera más allá del ámbito de los animales de compañía al cual los involucrados hacen referencia, pero punto que no se aclara aún en la normativa.
También en televisión pegó la noticia: “las farmacias ahora podrán tener una sección para la venta de productos veterinarios” o “Si uno va a la veterinaria y no encuentra un medicamento, se podrá dirigir a una farmacia”, fueron algunas de las frases que trascendieron.
Esto generó revuelo y fue el puntapié para que al debate se sumaran las cámaras de laboratorios y distribuidores veterinarios, atentos a lo que podría ser un nuevo embate de las droguerías de humana por expandir su alcance en veterinaria.
“Lamentablemente la difusión de este contenido no condice con el espíritu de la norma. No se habilita a las farmacias a comercializar productos veterinarios, ni tampoco a las veterinarias a vender medicamentos de uso humano para sus pacientes”, salieron a aclarar rápidamente la FeVA y FECOVET” en un tema sobre el cual también se expidió Juan Enrique Romero, del Ministerio de Salud de la Nación en su columna de Infobae.
Así y luego de sostener que con esta resolución “la jerarquía de la profesión veterinaria está la misma altura que la de un médico humano”, el Dr. Romero avanzó: “Ahora se hizo legal lo que antes no estaba contemplado en la Ley”. Asimismo, también dejo en claro, en diálogo con MOTIVAR, “que el Decreto no habilita a las farmacias a vender productos veterinarios, ni a las veterinarias a vender productos farmacéuticos humanos”.

El presidente de la FeVA, en diálogo con MOTIVAR.

La preocupación de la industria

“Cuidemos la cadena de valor del sector veterinario que hemos construido por años en forma sinérgica”, decía el comunicado emitido entre Caprove, Clamevet y Cadisvet sobre el tema, en lo que claramente el sector percibe como una amenaza, no solo comercial -como lo pueden ver algunos- sino también técnica.
La preocupación se basa en que el Ministerio de Salud “parece no haber tenido el asesoramiento adecuado, como es el caso de Senasa, organismo encargado de regular todo lo concerniente a la salud y bienestar animal, con lo cual esta norma podría entrar en conflicto con leyes, resoluciones y regulaciones existentes del sector”.
Frente a esto, un referente del sector nos explicaba: “Para ampliar la indicación de un producto de una especie a otra, hay que hacer un nuevo expediente”.
Asimismo, las cámaras sostienen estar a favor de que, cuando no exista un fármaco aprobado por el Senasa para una patología en una especie determinada, se pueda usar excepcionalmente y en forma “off label”, un medicamento de humana o veterinaria. Sin embargo, advierten: “Convertir esta excepción en uso rutinario y masivo conlleva serios riesgos para la salud animal, ya que en los prospectos y etiquetas de los medicamentos de humana no se explicita ninguna información respecto a su uso en animales”. Y agregaron: “La utilización no excepcional tiene riesgos para la salud humana ya que habilita el uso de medicamentos de humana, sin estudios de residuos y sin indicación de período de restricción, en las especies destinadas a consumo humano. A esto se suma la posibilidad de prescripción por parte del veterinario de medicamentos de humana con principios activos prohibidos para su uso en veterinaria, con la posible alteración de la calidad agroalimentaria y el consecuente cierre del comercio internacional de productos de origen animal”.

Zapatero a tus zapatos

¿Por qué la industria pone reparos?
Más allá de lo mencionado, está claro que -en caso que no se especifique para qué tipo de medicamentos corre la norma- muchos laboratorios y distribuidores ven una amenaza ante el posible reemplazo de medicamentos específicamente autorizados para veterinaria, a manos de otros de humana, principalmente en productos como Cefalexina; Prednisolona; Furosemida; Omeprazol; Dexametasona; Ácido Tióctico; Ranitidina; T4; Benazepril; Enalapril; Meloxicam; Amoxicilina; Cremas antimicóticas; Colirios de ojos; Metoclopramida (Pileran); Hepatoprotectores y productos oncológicos.
“Este botiquín” podría representar hoy de un 15 a un 20% de la facturación del rubro de animales de compañía.
Pero esto no es todo. El concepto de “recetas multiespecie” que se parecería estar impulsando, tampoco debería pasar desapercibido. Sobre todo, porque no solo se trata de su impacto en el segmento de los animales de compañía, sino también en otros como el de los equinos.
¿Qué sucederá con las farmacias que rodean a los hipódromos? ¿Quién es puntualmente quien supervisa que la firma en cuestión sea efectivamente la de un médico veterinario matriculado?
El tema seguirá avanzando y paulatinamente se irá viendo el impacto real de su implementación. Sin embargo, fue la propia Academia de Agronomía y Veterinaria la que también sumó sus reparos, y aquí repasamos los puntos que enfatiza y que las autoridades no debieran perder de vista al especificar el alcance del Decreto 185/2023:

    • La farmacopea veterinaria consta de una gran variedad de productos especialmente diseñados y desarrollados para su uso en una o varias especies animales, no en humanos. Esos productos fueron desarrollados cumpliendo con las premisas de calidad, seguridad y eficacia. Se los administrará de determinada manera, vía, dosis y duración de tratamiento, claramente establecidos para cada especie.
    • Eso no ocurre con los productos desarrollados para su administración en humanos. En este caso, los productos no fueron desarrollados para animales. No obstante, existen productos para seres humanos en base a fármacos que no existen en veterinaria.
    • El veterinario que prescribe un medicamento humano para animales debe conocer muy bien la farmacología de ese producto y debe hacerse responsable de sus resultados, ya que, en este caso, está haciendo “uso fuera de etiqueta”, es decir, no está siguiendo las recomendaciones del elaborador.

En definitiva, la Academia “recomienda la utilización de medicamentos desarrollados y registrados para animales, y únicamente recetar y utilizar medicamentos desarrollados para humanos en animales, cuando no se disponga de un producto veterinario para esa indicación”.
Y la industria refuerza: “Contrariamente a lo expresado por algunos sectores, estamos convencidos que, por idoneidad y conocimientos, es el veterinario el único profesional indicado para la prescripción de los medicamentos y la farmacia veterinaria el ámbito natural para el expendio de productos zooterápicos”.

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