La intensidad sin dudas será una de las características más recordadas de este año 2024 que ya termina, pero que dejó 12 meses de grandes movimientos, cambios y aprendizajes para la industria veterinaria.
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SUSCRIBITELa intensidad será una de las características más recordadas de este 2024, que dejó grandes movimientos, cambios y aprendizajes para la industria veterinaria.
La intensidad sin dudas será una de las características más recordadas de este año 2024 que ya termina, pero que dejó 12 meses de grandes movimientos, cambios y aprendizajes para la industria veterinaria.
La incertidumbre, las presiones comerciales, el desgaste en las relaciones y el nuevo ritmo del mercado dieron forma también a un año cuyos resultados se vieron reflejados en la pasada Cumbre de la Industria Veterinaria Argentina llevada adelante a fines de noviembre en Parque Norte (CABA).
Allí, más de 300 empresarios dieron cuenta de cómo sus empresas transitaron este 2024 desde las ventas, las cobranzas y los créditos, pero también desde lo personal y como parte de múltiples equipos de trabajo.
“No fue un año sencillo, y mucho menos los primeros seis meses. Eso muchas veces incrementa la presión sobre las personas y el nivel de stress, generando un desgaste en muchas relaciones”, nos decía un empresario del rubro al ser consultado en CIVA 2024 por MOTIVAR.
Y fue en esa frase que sentimos representado mucho de lo que tantos referentes nos han ido contando durante el transcurso del año en relación a su día a día.
Claro que buena parte de la intensidad que marcó el ritmo de este 2024 se explica por el desgaste comercial que realizaron las empresas para lograr comercializar al menos las mismas unidades que en 2023, objetivo que finalmente no se cumplió.
En el sector hoy conviven empresas que cayeron hasta 20% y otras que lograron algún timorato crecimiento del 1 al 2%.
En el medio, múltiples realidades, con las características específicas para el caso de los productos veterinarios destinados a grandes animales, mascotas, aves y cerdos.
Aún así en la voz de los referentes se repite un concepto: “Podría haber sido peor”.
Lejos de tomarlo como consuelo, este pensamiento cruzó transversalmente la Cumbre de la Industria Veterinaria Argentina en su edición 2024, sustentado principalmente por un leve repunte en las operaciones luego de uno de los inviernos más fríos, en términos del negocio, de los últimos años.
Este año se perdieron unidades, y las empresas saldrán a recuperarlas en 2025. Esto está claro. Sin embargo, aun hay dudas en cuanto a cómo lo harán.
¿Se extenderán los plazos? ¿Se incrementarán los equipos comerciales y de promoción? El sector sabe que tiene que ir buscar un crecimiento importante, el cual muchos laboratorios ya se propusieron que sea de hasta dos dígitos.
No parece una tarea sencilla, pero hacia allí seguramente irá la industria veterinaria argentina también en 2025.
De todo esto se habló a fines de noviembre en la Cumbre de la Industria Veterinaria Argentina, donde incluso se llevó adelante un interesante debate entre los presidentes de las cámaras de laboratorios y distribuidoras, del cual surgió la posibilidad de realizar encuentros periódicos en los cuales poder sentar las bases de un trabajo mancomunado, en función del crecimiento del mercado.
¿Se concretará? Esa es la expectativa de muchos.
Más allá de lo que fue la ausencia del Senasa por primera vez en 22 años, el evento organizado por Asociación de Ideas tuvo distintos espacios destacados en los cuales se profundizó en la actualidad de MOTIVAR y Mi Negocio Veterinario, y el plato fuerte de la jornada estuvo dado por la presencia del periodista Carlos Pagni.
Cautivando la atención del público, el historiador y analista abordó el contexto político sobre el cual la industria deberá moverse en 2025. En ese sentido y más allá de la incertidumbre que rodea al tema, el disertante principal de CIVA 2024 dejó en claro que las elecciones legislativas del año que viene serán cruciales para el futuro de los planes de Javier Milei con su gobierno.
El contexto sigue siendo intenso y lo que viene en 2025 representa un verdadero desafío. Uno más, en la larga trayectoria de resiliencia que tiene la industria veterinaria argentina y que se vio una vez más en la Cumbre de la Industria Veterinaria Argentina.