Vecinos del barrio Villa Suiza, en Carlos Paz, denuncian la presencia de zorros cachorros enfermos que deambulan por la zona urbana tras un rescate incompleto. Con sarna, pulgas y desnutrición, representan un riesgo para la salud pública y reavivan la preocupación por el avance de especies invasoras en entornos habitados.
Sarna, infestación de pulgas, desnutrición y parásitos son parte del cuadro que presentan estos animales, separados de su manada y sin la guía natural de adultos. La situación se agrava por la búsqueda de alimento en basurales o viviendas, lo que ya ha generado destrozos materiales y amenazas a la fauna doméstica.
En Becciú, barrio colindante, el caso tomó otro tinte al conocerse el relato de una vecina cuya perrita fue robada por un zorro y luego encontrada muerta en la vía pública. El hecho sacudió a la comunidad e intensificó los pedidos de acción inmediata a las autoridades.
Zoonosis
Además del sufrimiento animal, lo que más preocupa a los residentes es la posibilidad de contagios que podrían repercutir en la zoonosis y la falta de políticas preventivas. Se reportaron madrigueras en terrenos baldíos sin mantenimiento, como en la esquina de Hiroshima y Emerson, donde vecinos describen una vegetación tan descontrolada que “parece una selva”.
Las posturas frente al problema oscilan entre la sensibilidad animal y la exigencia de soluciones concretas. “No queremos que los sacrifiquen, pero tampoco podemos ignorar que están sufriendo y causando problemas”, manifestó una vecina de calle Pasteur.
zorros en carlos paz.jpg
Perfil Córdoba
Frente a este escenario, los reclamos incluyen: finalización del rescate, atención veterinaria urgente, evaluación para una reinserción controlada o traslado a reservas, y tareas de saneamiento urbano. También se exige al municipio el monitoreo de zonas críticas y campañas de concientización.
El caso de Villa Suiza y Becciú no es aislado. Según los vecinos, la proliferación de zorros se debe al abandono de terrenos, incendios forestales pasados y cambios en el ecosistema del lago San Roque. “El municipio no responde; esto ya no es solo un tema ecológico, sino de seguridad y salud”, concluyó un residente.
Mientras tanto, los zorros siguen vagando por la ciudad, sin contención ni tratamiento, en una escena que pone en jaque la convivencia entre humanos y vida silvestre.