En la localidad de Potrerillos (Luján de Cuyo, Mendoza), un camionero mendocino fue mordido por un murciélago que habría ingresado a la cabina de su vehículo mientras se dirigía a Chile. La situación, que terminó en un accidente vial, activó de inmediato los protocolos sanitarios y derivó en una confirmación que reactiva todas las alertas: el murciélago estaba infectado con el virus de la rabia.
El hecho fue confirmado esta semana por la Dirección de Epidemiología, Calidad y Control de Gestión del Gobierno de Mendoza, que también comunicó que se está a la espera de la genotipificación del virus. Se trata de un caso que no solo refleja la circulación de la enfermedad en fauna silvestre autóctona, sino también la importancia de sostener una vigilancia epidemiológica activa, especialmente en zonas rurales.
La rabia es una enfermedad viral zoonótica que afecta al sistema nervioso central y es 100% mortal una vez que aparecen los síntomas clínicos. Sin embargo, es inmunoprevenible: el tratamiento post-exposición mediante vacunación puede prevenir la enfermedad si se aplica a tiempo.
De allí que, de acuerdo con la Ley Nacional N° 15.465, la rabia sea considerada un Evento de Notificación Obligatoria (ENO). Esto implica que tanto profesionales veterinarios como equipos de salud deben actuar de forma inmediata ante cualquier sospecha, activando protocolos para evitar su propagación.
La prevención, en manos de todos
Tras la confirmación del caso, el Colegio de Médicos Veterinarios de Mendoza emitió una alerta epidemiológica y recordó el rol clave de las y los profesionales en la prevención: informar, intervenir y notificar. Además, es esencial promover la vacunación antirrábica en perros y gatos a partir de los tres meses de vida, con refuerzo anual obligatorio.
También se recomienda evitar todo contacto con murciélagos u otros animales silvestres y, ante mordeduras o arañazos, lavar la herida con agua y jabón y acudir de inmediato a un centro de salud.
Vigilancia, educación y acción
El comunicado oficial de la provincia incluyó medidas específicas para fortalecer el control de la rabia, entre ellas la vigilancia activa en zonas de riesgo, el aislamiento de animales sospechosos y la capacitación continua del personal de salud. La notificación inmediata de casos al Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SNVS) sigue siendo un pilar central en la estrategia de contención.
Actuar rápido salva vidas. Cada dosis aplicada, cada protocolo activado, cada charla con un tutor sobre la importancia de vacunar a su mascota suma a una cadena de prevención que protege a toda la comunidad.
FUENTE: Colegio de Médicos Veterinarios de Mendoza